viernes, 28 de septiembre de 2012

Reflexiones en Diagonal VII


Barcelona siempre ha sido un lugar mágico y especial para. Una válvula de escape, mi segundo hogar. Donde una parte muy importante de mi familia vive. Pero en esta ocasión, por segunda vez en mi vida...ojala no estuviera aquí, con estas circunstancias...
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Lo se. Nunca es un buen momento para esto. Da igual que sea una fecha irrelevante del año. Saber que vivió muchos años no te reconforta. Que disfrutó de una vida plena no lo hace mas llevadero. Tu esperabas que aun faltara mas tiempo.

La vida sigue su curso y no espera por nadie. Es Ley de vida, si. Pero nada de esto te sirve. Al menos, no al principio…tal vez con el tiempo…

Obviamente cada caso y cada persona son distintas. Tengo amigos que no conocieron a ninguno de sus abuelos. Gente que solo conoció uno…o dos. Yo me crié toda mi infancia y adolescencia con mis 4 abuelos. Eso, llegado el momento, lo hace mas difícil que en ningún otro caso.
Cuando eres pequeño, no piensas en ello. Tienes a tus 4 abuelos y no piensas que vayan a faltar nunca, y mas si los ves llenos de vitalidad. Llegas a la adolescencia y siguen ahí. Mas mayores, pero están bien…Pasan lo años y empiezas a olvidar que precisamente los años no pasan en balde…te imaginas a tus abuelos viendo casarse a tus hermanos mayores, e incluso a ti mismo…los imaginas conociendo a sus bisnietos…crees que estarán muchos años mas. Y un día la vida te recuerda que nada es para siempre…
Y poco a poco te van dejando…hasta que llega el día, por sorpresa (una desagradable sorpresa), en que aquella persona que creías que se había detenido en el tiempo, aquella que dejó de envejecer hace ya no sabes cuantos años, que ya tenia 2 bisnietas, con la que hacías planes sin miedo porque sabias que iba a estar ahí, te deja…hasta que la ultima de esas 4 maravillosas personas de tu vida, tiene que marcharse.
Y no puedo evitar pensar que la vida es injusta. Que no era su momento. Que nadie estaba listo, que aun le quedaban muchas cosas por ver…
Te dicen que vivió muchos años, que vivió bien, que disfruto hasta el ultimo dia…pero nada de eso te reconforta.
Solo puedes pensar que no está…que no pudiste venir a verla una vez mas…hablar una vez mas con ella…piensas porqué no sacaste el billete para antes de la fecha en que lo sacaste…
Pero la vida debe continuar. Uno debe continuar. Eso hubiera querido ella. Eso querremos todos una vez llegue la hora, que las personas que amamos continúen disfrutando de la vida con las personas que tienen a su lado.
Aquellos que marcharon nos han dejado cientos de recuerdos, grandes experiencias, sabios consejos y siempre estarán presentes en nuestra vida.

Siempre recordaré esos momentos, esas conversaciones, esos consejos…Los besos, los abrazos, las sonrisas…Es duro y cuesta, pero uno debe continuar, vivir la vida, ser feliz…es la mejor forma de honrarlos. Solo espero que todos se sientan orgullosos de mi algún día.

Nunca os olvidaré

Como dijo el maestro Machado:

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar


Abuelas, abuelos…os quiero. Algún día espero volver a veros.